Desde que somos pequeños, podemos comer sin dificultad alguna todo tipo de alimentos gracias a nuestros dientes, pero hay personas que a lo largo de su vida han ido perdiéndolos, siendo realmente complicado para ellos algo tan habitual y rutinario como lo es comer ¿estás en esta situación?
Si es así no te preocupes, porque como ya sabrás el sector dental cada vez ofrece más alternativas para los posibles problemas bucodentales que pueda tener una persona. Si tienes ausencias dentales y quieres dejarlas atrás, tu solución son las prótesis dentales.
¿Qué es una prótesis dental?
Se trata de un dispositivo artificial que permite reemplazar los dientes que hayamos perdido. Estas están compuestas de un material acrílico o bien de porcelana, siendo la base de la prótesis muy similar al de las encías, además cuenta con una pigmentación que previene la acumulación de bacterias en ella.
Para su colocación, se deben colocar una serie de implantes al hueso maxilar y, para ello, debes de contar con la suficiente masa ósea para que estos se integren sin problema alguno. Una vez haya finalizado el proceso de osteointegración, se atornilla la nueva dentadura a la boca del paciente. Este es el caso de las dentaduras fijas, pero también existen las dentaduras removibles, las cuales son las que se conocen como dentaduras postizas, estas al igual que la anterior se hacen a medida del paciente para evitar que esta se mueva y se quede fija.
El principal beneficio que ofrecen las prótesis dentales es la razón por la cual las personas se someten a este tratamiento, mejoran la función masticatoria. Las personas que tienen este problema no pueden comer en muchas ocasiones determinados alimentos que son complicados de triturar cuando faltan algunas piezas dentales. Esto provoca no solo que no puedas disfrutar de tus platos favoritos, sino que además puede conllevar problemas digestivos.
Las prótesis dentales ayudan a mejorar la seguridad y confianza de las personas, ya que la mayoría que tienen este problema intentan evitar sonreír frente a los demás. Con las prótesis dentales gozarás de una sonrisa plena y perfecta.
Tipos de prótesis dental
Prótesis fija
Como su nombre indica, estas se mantienen en la boca del paciente de forma permanente, siendo su instalación más larga y compleja. Se comienza colocando lo que se conoce como “muñones” falsos sellados en la raíz, es a partir de este primer soporte que se fijará el puente o la corona. A diferencia de las removibles, la persona no necesita quitárselas para limpiarlas y no tiene inconvenientes de filtración de restos de comida. Eso si, siempre y cuando se quiera retirar la prótesis dental se deberá de contar con la ayuda de un especialista.
Prótesis dental completa removible
Comúnmente conocida como dentadura postiza, esta se recomienda en los casos en los que no se disponga de ningún diente. La principal ventaja de esta alternativa es que es mucho más barata y que la intervención es relativamente rápida, sin tener que pasar por una larga fase de curación como es el caso de las prótesis fijas. Sin embargo, será mucho más difícil para el paciente acostumbrarse a su nueva prótesis dental, y tener que quitársela después de cada comida para limpiarla puede ser un gran inconveniente para muchas personas.
Prótesis parcial removible
A diferencia de la prótesis completa, la parcial sustituye sólo uno o varios dientes. Está hecha de plástico (para los dientes y la encía) y de ganchos metálicos que se apoyan en las encías y en los dientes restantes para mantenerla en su sitio. Esta prótesis dental se integra perfectamente con sus dientes existentes gracias a los ganchos y puede soportar nuevos dientes postizos en caso de pérdida. Sin embargo, tiene el inconveniente de que hay que retirarla después de cada comida para su mantenimiento y es menos estética que una prótesis fija porque no siempre será posible ocultar los ganchos metálicos.
Mantenimiento de las prótesis dentales
En el caso de las prótesis fijas, deberás de tener un mantenimiento muy similar a que si se trataran de dientes naturales. Deberás de cepillarlas con pasta con flúor después de cada comida, empleando siempre instrumentos adicionales como lo son el hilo dental y el enjuague bucal.
En cambio con las prótesis removibles, deberás de lavarlas con agua fría, nunca caliente porque esto podría llegar a dañar su material. También deberás de cepillarlas con un cepillo de cerdas suaves. Antes de volverlas a colocar en la boca, deberás de limpiar la lengua, las encías y el paladar.