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¿Cómo saber si tengo alveolitis? Guía completa de síntomas, causas y tratamiento

¿Cómo saber si tengo alveolitis? Guía completa de síntomas, causas y tratamiento

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Después de una extracción dental, sobre todo si ha sido una muela del juicio (esas que tanto dan que hablar), es posible que hayas escuchado de la temida alveolitis seca. Sí, es ese tipo de complicación que suena peor de lo que es, pero no por eso deja de ser incómoda o, en algunos casos, bastante dolorosa. Por eso, hoy vamos a hablarte de cómo puedes saber si tienes alveolitis, qué señales observar, y lo que podrías hacer para solucionarlo. No te preocupes, todo tiene su tratamiento.

¿Qué es la alveolitis dental?

Bien, lo primero es entender qué es la alveolitis. Tras una extracción, se forma un coágulo de sangre en el hueco donde estaba tu diente, y ese coágulo es como una especie de “escudo” natural que protege el hueso y los nervios subyacentes mientras cicatrizan. Pero, si ese coágulo no se forma o se pierde antes de tiempo (porque, ya sabes, a veces el cuerpo tiene sus caprichos), lo que queda es el hueso expuesto, y ahí empieza el problema: dolor, malestar… y todo lo que queremos evitar.

¿Cuáles son los síntomas de la alveolitis?

Vale, ahora vamos a lo que más te preocupa: ¿cómo puedes saber si tienes alveolitis? Aquí no hay que andar con rodeos. Si notas alguno de estos síntomas después de una extracción, es hora de prestarle atención:

  1. Dolor que no desaparece, sino que empeora. Y no estamos hablando de un dolorcito molesto. Este es un dolor más agudo, que empieza suave pero pronto se convierte en algo difícil de ignorar. ¿Te suena eso de que “el dolor llega hasta la oreja o la sien”? Pues así es como se siente a menudo. Si el dolor en lugar de mejorar, empeora, podría ser una señal de que hay algo más.
  2. El hueco de la extracción parece vacío o ves hueso expuesto. En una extracción normal, deberías ver un coágulo en el hueco donde estaba el diente. Pero si ese coágulo ha desaparecido o no se ha formado, podrías notar un agujero más profundo de lo habitual o incluso ver el hueso. No es agradable, pero es una señal clara de alveolitis.
  3. Mal sabor de boca o mal aliento. Este es otro indicio. A veces, el hecho de que la herida no esté cicatrizando bien genera un olor desagradable, o incluso un sabor metálico o raro en la boca.
  4. Dolor que pulsa. Esa sensación de que el dolor tiene ritmo propio y que late al mismo tiempo que tú. Si sientes pulsaciones en la zona de la extracción, esto también podría ser un signo.
  5. Fiebre o signos de infección. Aquí, cuidado. Si además del dolor empiezas a tener fiebre, podríamos estar hablando de una infección asociada a la alveolitis, lo que requiere atención inmediata.

¿Cuándo aparecen los síntomas?

Los síntomas de la alveolitis suelen aparecer en las primeras 24 a 72 horas tras la extracción. Es decir, si todo iba bien y de repente sientes que el dolor regresa con más intensidad, ahí es cuando deberías empezar a sospechar. No es normal que el dolor empeore después de los primeros días de una extracción, así que si te ocurre, es mejor consultar cuanto antes.

¿Qué causa la alveolitis?

Es curioso, pero la alveolitis no le ocurre a todo el mundo, incluso si dos personas se hacen la misma extracción. Entonces, ¿por qué a unas sí y a otras no? Bueno, hay varios factores que pueden influir, y quizá te identifiques con alguno de ellos:

  • Fumar: Si fumas, estás en el grupo de riesgo. Fumar después de una extracción puede dificultar que se forme el coágulo, o hacer que se disuelva. El tabaco reduce el flujo sanguíneo en la zona, y ya sabemos lo importante que es la circulación para que el cuerpo sane bien.
  • Higiene oral insuficiente: No lavarse los dientes o enjuagarse demasiado fuerte también puede hacer que se pierda el coágulo. Es un equilibrio delicado, lo sabemos, pero mantener la zona limpia sin excederse es clave.
  • Extracciones complicadas: Si tu extracción fue traumática o complicada (sobre todo en el caso de las muelas del juicio), el riesgo de alveolitis es mayor.
  • Anticonceptivos orales: Quizá no lo sabías, pero las mujeres que toman anticonceptivos orales tienen más riesgo de desarrollar alveolitis. Es algo relacionado con los niveles de estrógenos, que afectan la coagulación. Interesante, ¿verdad?
  • Enjuagues prematuros o succión: Aquí nos referimos a usar pajitas o enjuagarte la boca con fuerza justo después de la extracción. Sí, lo sabemos, a veces es difícil evitarlo, pero eso puede deshacer el coágulo y causarte problemas.

¿Qué hacer si sospechas que tienes alveolitis?

Lo primero es no alarmarte. Si crees que puedes estar teniendo alveolitis, lo mejor que puedes hacer es llamarnos y concertar una cita lo antes posible. No intentes tratarlo en casa con remedios caseros o automedicándote. La alveolitis no se cura por sí sola y necesita de un tratamiento específico que te ayudará a aliviar el dolor casi de inmediato.

Tratamiento para la alveolitis dental

El tratamiento no es complicado, pero debe hacerse cuanto antes para evitar que el dolor empeore. Lo que hacemos habitualmente en estos casos es:

  1. Irrigación del alveolo: Primero limpiamos bien el hueco para eliminar cualquier resto que pueda haber. A veces, puede haber restos de comida o tejido muerto que están retrasando la curación.
  2. Colocación de apósitos medicados: Estos apósitos contienen sustancias que alivian el dolor y ayudan a que la herida se cure más rápido. Suelen reemplazarse varias veces según lo vayas necesitando.
  3. Analgésicos y antiinflamatorios: Para controlar el dolor, te prescribimos medicamentos que suelen ser bastante efectivos.
  4. Antibióticos: En casos donde haya infección (o riesgo de que la haya), se recetan antibióticos para controlar la situación.

Consejos para prevenir la alveolitis

Ya que estamos, hablemos un poco de la prevención. Porque, claro, lo ideal es no llegar a este punto, ¿verdad? Aquí te dejamos algunos consejos:

  • Evita fumar durante los primeros días tras la extracción. Sabemos que puede ser difícil, pero al menos intenta reducirlo.
  • No uses pajitas ni hagas movimientos bruscos con la boca. La succión puede deshacer el coágulo.
  • Sigue las indicaciones de tu dentista sobre cómo limpiar la herida. Y evita enjuagarte muy fuerte en las primeras 24 horas.

Sabemos que la alveolitis dental puede ser dolorosa y frustrante, pero también queremos que sepas que tiene solución. Si sientes dolor después de una extracción y te preocupa que pueda ser alveolitis, no dudes en contactarnos en Clínica Augusta. Estaremos encantados de ayudarte a aliviar el dolor y a que te recuperes lo antes posible. Como siempre decimos: mejor prevenir que curar, pero si ya estás aquí, nosotros te curamos encantados.